lunes, 22 de abril de 2013

El Silla Francés


De sangre caliente y dotada de un gran brío, es una raza de caballo especial para el salto, por su destreza y habilidad. Además es ágil, activo y flexible, lo que le permite dar zancadas largas. Actualmente la cabeza del Silla Francés ya no es tan rústica ni primitiva, gracias al aporte de sangre árabe y pura raza inglés, el cuello largo y a la vez elegante es el rasgo más característico de esta raza. Los cuartos traseros son anchos, bien proporcionados y apropiados para la competición de salto. Las espaldas son ligeramente inclinadas.


Pelaje: En el Silla Francés es permitido cualquier tipo de pelaje, pero el más común es el alazán.

Alzada: La ideal oscila entre los 155 y 170 cm.

Cabeza: Donde destaca el ahogadero, que con una curva muy arqueada le permite una gran movilidad de la cabeza.

Espaldas: Están ligeramente inclinadas, aunque en un principio eran demasiado rectas, mejoradas de sus antecesores.

Cuerpo: Es muy similar al Pura Sangre, aunque con gran influencia del "Trotón Francés", más huesudo.

Extremidades: Sus extremidades son muy fuertes, las articulaciones deben ser limpias, correctas y bien desarrolladas. Sus huesos tienen una especial longitud de caña que ronda los 20 cm y se han corregido sus rodillas que eran demasiado pequeñas.

Acción: Tiene una zancada amplia y poderosa; es muy activo, con gran flexibilidad y agilidad.

jueves, 18 de abril de 2013

Caballos famosos en la historia del mundo.


1. Pegaso, caballo del Dios Zeus.

También llamado "caballo volador", nació del chorro de sangre que brotó cuando Perseo cortó la cabeza a Medusa y gracias a él pudo libertar el héroe a Andrómeda, la hija del rey de Etiopía, que quiso disputar a las Nereidas el premio de la hermosura y fue atada a una roca para que la devorase un monstruo marino y que después haría su esposa. Creció y vivió sus años de potro en las laderas y los verdes prados del monte Olimpo, morada de los dioses, que estaba situado entre Tesalia y Macedonia y era un bello ejemplar del tipo "sículo", cruce del ario y del persa, de color blanco y gran poderío. Suele representarse en blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire. Fue el caballo más rápido que ha existido y el símbolo de la velocidad, como los demuestran los cantos inmortales que en su honor entonaron los poetas de todos los tiempos.
 

2. Bucéfalo - caballo de "Alejandro Magno".

Alejandro Magno fue el general más grande de la Historia y el Rey más importante de Macedonia. Cuando fue jefe de la caballería, pidió a su padre que le proporcionase "caballos de Tesalia" por ser los mejores del mundo para la guerra. Cuando tenía 12 años, encontró a Bucéfalo. El caballo comenzó a mostrarse tosco y salvaje, relinchando y lanzando coces por doquier, sin que nadie lograra apaciguarlo, entonces el joven Alejandro logró montar al caballo, momento en que su padre pronuncio la célebre frase: "Hijo, búscate un reino que se iguale a tu grandeza, porque Macedonia es pequeña para tí". Bucéfalo sí permitió ser cuidado por los sirvientes de Alejandro, pero sólo se dejaba montar por él. Era de color negro azabache y una estrella blanca en la frente con forma de "cabeza de buey" (de ahí Bucéfalo), poseía una cabeza de frente ancha y perfil ligeramente concavo (característico de la sangre oriental), era considerado de gran tamaño comparado con sus contemporáneos. Se dice que uno de sus ojos era de color azul y despertaba el asombro de todos por su belleza, su poderío y su rebeldía, tenía un temperamento arisco y difícil. Con él Alejandro logró conquistar y formar uno de los Imperios más grandes que ha existido en la Historia. Bucéfalo tenía alrededor de 30 años, cuando murió a consecuencia de las heridas que sufrió en la batalla contra el rey indú Porus en el río Hidaspes. Fué enterrado con todos los honores militares y Alejandro le honró fundando la ciudad de Bucéfala.
 

3. Babieca, caballo del "Cid Campeador".

De pelaje blanco y al parecer de raza Andaluza, aunque no está muy claro, hay quien dice que era de origen leonés (de la comarca de Babia). Le fue regalado por el rey Alfonso VI de León y Castilla como recompensa a sus servicios y fué criado en un convento español. Era un caballo obediente, ágil y lleno de brio, ideal para la guerra. Es muy conocida la ultima batalla que ganó el Cid, gracias en gran medida a su brioso caballo. El cuerpo sin vida del Cid, fue atado a la silla de su corcel que a todo galope marchó frente a sus tropas, levantando la moral de los soldados y amedrentando a los moros, que al ver semejante escena, pensaron que el Cid se había levantado de entre los muertos para seguir luchando. Tras la muerte de Rodrigo Díaz, Babieca no volvió a ser montado y murió dos años más tarde a los 40 años.

 

4. Rocinante, caballo de Don Quijote de la Mancha.

Don Quijote montado sobre Rocinante recorre numerosas aventuras, acompañado de su fiel amigo Sancho. Rocinante era un corcel flaco y según podemos leer en la novela tardó 4 días en darle un nombre, el nombre le parecía alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín.