1. Pegaso, caballo del Dios Zeus.
También llamado "caballo volador", nació del chorro de
sangre que brotó cuando Perseo cortó la cabeza a Medusa y gracias a él
pudo libertar el héroe a Andrómeda, la hija del rey de Etiopía, que
quiso disputar a las Nereidas el premio de la hermosura y fue atada a
una roca para que la devorase un monstruo marino y que después haría su
esposa. Creció y vivió sus años de potro en las laderas y los verdes
prados del monte Olimpo, morada de los dioses, que estaba situado entre
Tesalia y Macedonia y era un bello ejemplar del tipo "sículo", cruce del
ario y del persa, de color blanco y gran poderío. Suele representarse en blanco o negro y tiene dos
alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando
lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por
el aire. Fue el caballo más rápido que ha existido y el símbolo de la
velocidad, como los demuestran los cantos inmortales que en su honor
entonaron los poetas de todos los tiempos.
2. Bucéfalo - caballo de "Alejandro Magno".
Alejandro
Magno fue el general más grande de la Historia y el Rey más importante de Macedonia. Cuando fue jefe de la caballería, pidió a su
padre que le proporcionase "caballos de Tesalia" por ser los mejores del
mundo para la guerra. Cuando tenía 12 años, encontró a Bucéfalo. El caballo comenzó a mostrarse tosco y salvaje, relinchando y
lanzando coces por doquier, sin que nadie lograra apaciguarlo, entonces
el joven Alejandro logró montar al caballo, momento en que su padre
pronuncio la célebre frase: "Hijo, búscate un reino que se iguale a tu
grandeza, porque Macedonia es pequeña para tí". Bucéfalo sí permitió ser
cuidado por los sirvientes de Alejandro, pero sólo se dejaba montar por
él. Era de color negro azabache y una estrella blanca en la frente con
forma de "cabeza de buey" (de ahí Bucéfalo), poseía una cabeza de frente
ancha y perfil ligeramente concavo (característico de la sangre
oriental), era considerado de gran tamaño comparado con sus
contemporáneos. Se dice que uno de sus ojos era de color azul y
despertaba el asombro de todos por su belleza, su poderío y su rebeldía,
tenía un temperamento arisco y difícil. Con él Alejandro logró conquistar y formar uno de los Imperios más grandes que ha existido en la Historia. Bucéfalo tenía alrededor de 30 años, cuando murió a
consecuencia de las heridas que sufrió en la batalla contra el rey indú
Porus en el río Hidaspes. Fué enterrado con todos los honores militares y
Alejandro le honró fundando la
ciudad de Bucéfala.
3. Babieca, caballo del "Cid Campeador".
De
pelaje blanco y al parecer de raza Andaluza, aunque no está muy claro,
hay quien dice que era de origen leonés (de la comarca de Babia). Le fue
regalado por el rey Alfonso VI de León y Castilla como recompensa a sus
servicios y fué criado en un convento español. Era un caballo
obediente, ágil y lleno de brio, ideal para la guerra. Es muy conocida
la ultima batalla que ganó el Cid, gracias en gran medida a su brioso
caballo. El cuerpo sin vida del Cid, fue atado a la silla de su corcel
que a todo galope marchó frente a sus tropas, levantando la moral de
los soldados y amedrentando a los moros, que al ver semejante escena,
pensaron que el Cid se había levantado de entre los muertos para seguir
luchando. Tras la muerte de Rodrigo Díaz, Babieca no volvió a ser
montado y murió dos años más tarde a los 40 años.
4. Rocinante, caballo de Don Quijote de la Mancha.
Don Quijote montado sobre Rocinante recorre
numerosas aventuras, acompañado de su fiel amigo Sancho. Rocinante era
un corcel flaco y según podemos leer en la novela tardó 4 días en darle
un nombre, el nombre le parecía alto, sonoro y significativo de lo que
había sido cuando fue rocín.
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