De sangre caliente y dotada de un gran brío, es una raza de caballo
especial para el salto, por su destreza y habilidad. Además es ágil,
activo y flexible, lo que le permite dar zancadas largas. Actualmente la
cabeza del Silla Francés ya no es tan rústica ni primitiva, gracias al
aporte de sangre árabe y pura raza inglés, el cuello largo y a la vez elegante es el rasgo más característico de esta raza.
Los cuartos traseros son anchos, bien proporcionados y apropiados para
la competición de salto. Las espaldas son ligeramente inclinadas.
Pelaje: En el Silla Francés es permitido cualquier tipo de pelaje, pero el más común es el alazán.
Alzada: La ideal oscila entre los 155 y 170 cm.
Cabeza: Donde destaca el ahogadero, que con una curva muy arqueada le permite una gran movilidad de la cabeza.
Espaldas: Están ligeramente inclinadas, aunque en un principio eran demasiado rectas, mejoradas de sus antecesores.
Cuerpo: Es muy similar al Pura Sangre, aunque con gran influencia del "Trotón Francés", más huesudo.
Extremidades: Sus extremidades son muy fuertes, las articulaciones
deben ser limpias, correctas y bien desarrolladas. Sus huesos tienen
una especial longitud de caña que ronda los 20 cm y se han corregido sus
rodillas que eran demasiado pequeñas.
Acción: Tiene una zancada amplia y poderosa; es muy activo, con gran flexibilidad y agilidad.
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